Al comenzar el semestre, mi idea de la investigación de mercados era bastante abstracta; creía que se trataba esencialmente de recolectar datos y realizar análisis estadísticos. Sin embargo, conforme fui avanzando en las actividades, descubrí que esta disciplina tiene una profunda dimensión interpersonal y comunicativa. Entendí que la esencia verdadera radica en la capacidad de interactuar efectivamente con otros, interpretando no solo datos, sino emociones, percepciones y comportamientos humanos.

A través de la colaboración constante con mis compañeros y profesores, aprendí que escuchar activamente y comprender diferentes perspectivas es crucial para lograr un análisis completo y acertado. Las discusiones grupales me mostraron que cada persona aporta una visión distinta y valiosa, enriqueciendo así nuestro entendimiento conjunto y ayudándonos a tomar decisiones más entendibles.

Enfrentar problemas reales y situaciones complejas me permitió entender la importancia del diálogo abierto y honesto dentro del equipo. se aprendío a resolver conflictos y manejar opiniones divergentes requiere empatía, paciencia y mucha disposición para comprender al otro. Los errores cometidos fueron oportunidades para fortalecer la comunicación interpersonal, aprender de manera conjunta y crecer personalmente.

Reflexionando sobre esta experiencia, valoro enormemente los aprendizajes que surgieron del contacto directo con el duelo del Mundo de LU, tanto con los sujetos investigados como con mis compañeros. La investigación de mercados dejó de ser para mí un proceso frío y distante, transformándose en una práctica esencialmente humana, orientada a comprender y conectar con las personas de manera genuina.

Ahora soy consciente de que el marketing y la investigación van mucho más allá de vender o recopilar información; implican escuchar, entender y construir relaciones auténticas que generen valor real. Este nuevo entendimiento me motiva a seguir explorando esta disciplina desde un enfoque más sensible y cercano, reconociendo siempre que detrás de cada dato hay una persona con necesidades, expectativas y emociones propias.